Historias del Bicentenario en Brasil y Samuel Pinheiro Guimarães

“Samuel, vos vas a tener que pensar Brasil, no para los próximos años, pero sí para 2022. Definir el país que queremos para nuestros hijos y nietos”, le dijo Lula al ponerlo al frente del ministerio de Asuntos Estratégicos a Samuel Pinheiro Guimarães. El antecesor en la cartera, según escribe Eduardo Hollanda para la revista Brasileiros, Mangabeira, “dejó el cargo en junio de ese año por un motivo prosaico: mantener su cátedra como profesor de Harvard”.

Pinheiro Guimarães hasta octubre ocupaba la Secretaria General de Itamaraty, segundo mejor puesto en la jerarquía que ocupa la llamada “Casa”. El presidente Lula lo promovió a este amigo del canciller Celso Amorim con el ministerio, que se ofrece como el ámbito intelectual del último tramo de administración Lula.

El artículo sostiene que “ya puso su usina de ideas a funcionar. Quiere formular planos teniendo el año del Bicentenario como foco, para definir en qué país viviremos. "Cuál será el nivel económico que pretendemos alcanzar, cuáles las metas de crecimiento del PBI. Y, paralelamente, cuáles los niveles de desarrollo social que tenemos para ofrecer a los brasileros”. Hay dos libros escritos por el ministro: Quinhentos Anos de Periferia (1999) y Desafios Brasileiros na Era dos Gigantes (2005).

El ideario de Pinheiro Guimarães para pensar el país para 2020, tal el reto formulado por el presidente Lula, puede resumirse en este comentario: “El ministro destaca que Brasil tiene que invertir en tecnología de punta, especialmente en cibernética, en la tecnología de la información, la tecnología espacial y la tecnología nuclear”.

Se trata, según su visión de la crisis, a la que divide, la económica y la ambiental, culpa al liberalismo adorador del mercado regulado por su propia lógica y, además, argumenta a favor del no ingreso al ALCA y le reserva un papel poco escenográfico al MERCOSUR.

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