Los cien intelectuales influyentes del mundo
La elección es hecha por una de las revistas más serias de Washington. En la lista no hay argentinos, apenas cuatro latinoamericanos, y varias sorpresas. La elección y postulaciones pueden ser realizadas por cualquier persona. El mundo que piensa al mundo está allí.
Por Mauricio Runno
La revista se edita en Washington DC y se llama Foreign Policy. Fue fundada en 1970 por Samuel Huntington y Warren Demian Manshel. Es una publicación que, al estilo del periodismo americano, siempre pone foco en la perspectiva de las transformaciones y busca informar sobre los nuevos procesos, así como formar opinión.
Si usted cree que eso es moneda corriente en Argentina o en Mendoza, mejor no debería leerla. Si, en cambio, es curioso, inquieto y realmente desea saber lo que sucede en el mundo, e incluso en la Argentina o en Mendoza, tal vez esta publicación contribuya a entender una realidad que siempre suele llegar con una suerte de delay caprichoso a estas playas. Lo cierto es que en su última edición, FP presenta lo que llama el “Top 100 Public Intellectuals”, y que en forma de votación y hasta presentación de candidatos rastrea lo que llaman “los pensadores que forman al tenor de nuestro tiempo”.
Entre una extenso listado se presentan a los primeros 100, entre ellos filósofos introspectivos, otros varios escritores que “destapan los misterios de la mente humana”, y también se reflejan los que están en la vanguardia de las finanzas modernas, la política y los derechos humanos.Advierte FP, sobre sus hasta ahora 100 intelectuales top: “Aunque los hombres y mujeres de lista sean algunos de los más sofisticados pensadores líderes en el mundo, los criterios para hacer la lista no pudieron ser más simples”. Y así enumera: “Los candidatos deben vivir y todavía activos en la vida pública, deben haber mostrado la distinción en su campo particular así como una capacidad de influir en el más amplio debate, a menudo mucho más allá las fronteras de su propio país”.
El dato nacional y poco popular es que entre esas cien personas, apenas dos tiene relación con Argentina. Y no por hacer este país un esfuerzo en apuntalar sus actividades o impulsar figuras de prestigio. El primer caso es sintomático de la argentinidad, ya que se trata del director y pianista Daniel Barenboin, que, como todos sabemos, hace uso de su nacionalidad israelí, que ha reafirmado en los últimos tiempos por su decidida contribución a la paz de la región. Ecuménico, el artista visita Argentina muy raramente: sólo para ofrecer conciertos. El segundo y último es el del filósofo esloveno Slavoj Zizek, que está radicado en el país a causa de que su mujer es argentina. Pero su opinión no es muy frecuente en el debate nacional y, al contrario, si figura aquí es muy poco utilizada. Por lo que se desprende del debate intelectual en el mundo, ambas personas tiene asignados puestos más que interesantes.
América Latina ocupa el 4 % del listado total, siendo Estados Unidos el lugar que concentra el 36 % de los más influyentes del mundo. A Europa, todo el continente, le cabe el 30 %, mientras que a Asia el 12 % . El nivel de Latinoamérica es idéntico al que ocupa Africa, y apenas superior al de Oceanía (3%). ¿Quiénes son los representantes verdaderamente latinoamericanos? Ningún argentino, como se ha dicho, dos méxicanos (la escritora y periodista Alma Guillermoprieto y el historiador Enrique Krause). El Perú inscribió a Mario Vargas Llosa y el restante es el brasilero, político y autor, el ex presidente Fernando Henrique Cardoso.
La elección, de la que cualquier persona puede participar, tiene como último plazo el 15 de mayo, incluso aún para una nueva postulación. Entre los nombres más atendibles figuran los de Aitzaz Ahsan (abogado y político paquistaní), Shirin Ebadi (activista de derechos humanos en Irán), Hu Shuli (periodista chino), Umberto Eco (el estudioso medievalista, y también novelista), Samuel Huntington (una de las referencias de las ciencias políticas en EE.UU.), Anne Applebaum (historiadora y periodista del mismo país), Tony Judt (historiador, aunque inglés), Lee Smolin (físico norteamericano) y George Ayittey (economista de Ghana).
También se vota por Robert Kagan (célebre comentarista político de EE.UU., autor del muy consutado “Danger Nation…”, y también podría decirse historiador), Amos Oz (novelista y periodista israelí), el ya citado Daniel Barenboim, Alain Finkielkraut (el más que polémico ensayista y filósofo francés, del cual se recomienda leer “La derrota del pensamiento”), Thomas Friedman, Garry Kasparov, Lawrence Summers (economista, que se explica así: “Cuando me convertí en presidente de Harvard, me preguntaron la diferencia entre ser secretario del Tesoro y presidente de una Universidad. Mi respuesta fue, en retrospectiva, rupturista por su ingenuidad. Dije: “¡Washington es tan político!”. ...).
Otros en el listado: el arquitecto holandés Rem Koolhass, Noam Chomsky, J. M. Coetzee, Paul Krugman, Al Gore, Alexander de Waal, Jurgen Habermas, Salman Rushdie, Muhammad Yunus (el microfinancista bengalí), Jeffrey Sachs, y acaso el más popular en nuestro país, Fernando Savater.
Daniel Barenboim y las variaciones Goldberg de Bach
Comentarios
Su esfuerzo por llevar el arte a los más terribles conflictos bélicos es loable.
Es hora de que el Estado Argentino proponga nombres no por demagogia ni por descarte ni porque es políticamente correcto.
http://cynega.blogspot.com/2008/05/barenboim-y-su-staatskapelle-en.html
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