Hotel y Casino Fuente Mayor, quiénes y cómo son los "inversores" del modelo

Dos coincidencias surgen de varios testimonios, todos ellos de personas que trabajan en la región de Vista Flores, en Tunuyán. Se preserva la identidad, pero no sus opiniones. Cuando se les pregunta por el Hotel y Casino Fuente Mayor surgen estos dos aspectos predominantes:
1) La pésima calidad de los servicios y la atención al público
2) Cómo es que los dueños sostienen una estructura económica como la de este hotel que, desde su inauguración, está más desierto que poblado.
Pese a su propia definición, ser un establecimiento 4 estrellas (sólo comparables con las fugaces, las usuales entre la oferta de pirotecnia en el mercado), y a ocupar mil metros cuadrados, el aporte de Fuente Mayor a Vista Flores, desde el aspecto turístico, es bastante flaco. Salvo la diversión que supone entrar al Casino y depositar allí esperanza en forma de dinero, no mucho más. Es que, en apariencia, este hotel nació para incorporarse a la oferta turística internacional en el terroir Vista Flores. Pero nada de eso sucedió.
Varios inversionistas, argentinos, franceses, americanos y españoles, que operan en la zona -algunos desde hace más de una década-, afirman que los servicios allí ofrecidos les ha causado más problemas que soluciones. Y la mayoría de ellos no ha dudado en desviar a sus visitantes y huéspedes hacia otros alojamientos, o bien más sencillos o más sofisticados, que los hay. Todos los consultados parecieran escapar de la monumental estructura hotelera. La tarifa es internacional, pero el servicio departamental, sería una primera conclusión.
El restaurante, por ejemplo, es uno de los puntos más criticados por quienes conocen este sitio desde su apertura. Y una recorrida por el "atrás" de la cocina es la mayor evidencia, lo cual le consta a este cronista. Uno supone que la Municipalidad de Tunuyán jamás labrará un acta allí. Y si lo hiciera, sólo cumpliría con una labor de responsabilidad.
Otra evidencia de la dudosa calidad es la carta de vinos: son más las omisiones que las presencias, a la hora de escoger los mejores caldos de la zona. Por alguna razón las bodegas tanques de Vista Flores no comercializan sus productos allí. Estos son apenas detalles, dentro de un listado que hasta podría ser aburrido (cortes de energía, piletas climatizadas sin agua climatizada, falta de personal idóneo y un largo etcétera).

El Hotel Fuente Mayor está operado por el Grupo Vid, empresa española dueña de 17 casinos en Andalucía. Esta empresa, que opera en Europa con el nombre Latinos, tiene base de operaciones en Málaga. Aquí, en Mendoza, se asoció con otro empresario (¿?) de "experiencia en el negocio del juego". Allí surge el emprendedor Daniel Mautone, que es también dueño de los casinos nacionales y populares Victoria y el Arena Maipú Casino Resort, también localizado en las afueras de Mendoza.

A este génesis se le agrega una pata local. De este modo se comparte el gerenciamiento con la empresa Kristich. Los locales impusieron en este negocio la posibilidad de contar con una licencia estatal, para abrir una casa de juegos. Y esta presión motivó al Grupo Vid a proponer esta sociedad.
El dueño del Casino Victoria, Daniel Mautone, es un hombre relacionado con la farándula y con el empresario Marcelo Tinelli. Ambos son socios de un proyecto vitivinícola a 40 kilómetros del hotel, en un polo histórico de la industria mendocina: Agrelo, en Luján de Cuyo. Lo que ambos empresarios comparten son 140 hectáreas, en Santa María de los Andes. Ambos llegaron a esta sociedad luego que Mautone instalara en Maipú un casino al estilo Las Vegas “Marcelo es mi amigo. Como yo estaba con este proyecto, me propuso sumarme a su viñedo”, contó Mautone (según consta en diario Clarín).

El dueño del Casino Victoria, acaso por su relación con el conductor televisivo, instaló Gambling TV, el primer canal de Argentina dedicado íntegramente a los juegos de azar. Mautone, según recortes de prensa, está vinculado a un ex recaudador K y Macri.

Es que Daniel Mautone es además propietario de varios bingos en la provincia de Buenos Aires. Y en el mundo del juego, Mautone aparece asociado siempre a Daniel Angelici, el empresario macrista que se destaca en ese rubro y es además presidente de Boca Juniors. Mautone y Angelici son miembros de la Cámara Argentina de Salas de Bingo y Anexos, CASBA. Ambos integran la nómina de empresarios del sector que ambicionan desbancar a Cristóbal López del reinado de la industria del juego.

¿Y la pata local, el grupo Kristich?

Toda la historia del grupo Kristich, los únicos mendocinos en relación a Fuente Mayor, se remonta a los años 90. Y a lo que sucedió bajo la gobernación de Rodolfo Gabrielli, en momentos de la caída de los dos bancos provinciales que existían entonces, en marzo de 1995, y que luego fueran privatizados. Se transcribe la relación entre el ex gobernador Gabrielli y los amigos del poder, en este caso, los Kristich: "Durante la gobernación de Gabrielli, al estar impedidos de devolver sus depósitos a los ahorristas como consecuencia del otorgamiento de innumerables créditos a empresas y personas insolventes amigos del gobierno, por mencionar solo algunos casos están los siguientes: 

Kristich SA: empresa constructora perteneciente a Carlos Kristich, presidente del congreso del PJ, deuda con el Banco de Mendoza: u$s 7 millones, actualmente en quiebra con un patrimonio neto negativo. El síndico de Kristich, Mario Rogelio López, era síndico de Corporación de los Andes (empresa de Raúl Moneta) y vicepresidente del Banco de Mendoza, al momento del otorgamiento de esos créditos".

Así entonces empezó este grupo económico su pujante ascenso en la oferta de servicios, constructora mediante: estafando al Estado y dejando varios millones de muertos y deudas para que todos los mendocinos paguemos sus irresponsabilidades y su fiesta (remember el menemismo?). Recurrieron -y quizá debería anotarse que hasta el día de hoy eso continúa- al lobby estatal, engañaron a los mendocinos tomando créditos que nunca pagaron y, encima, se los autotorgaban, apelando a síndicos que eran juez y parte.

No es lo único en el prontuario del grupo. En diciembre de 2010, hubo una publicación que los involucraba en un robo más ordinario, pero bastante similar al desfalco a los bancos mendocinos. El portal MDZ publicó un extenso informe sobre usurpaciones, en el que se lee lo siguiente: "Hoy, Mendoza ofrece un nuevo considerando al empleo de la palabra: actos vandálicos en manos de gente "adinerada". Según concejales opositores, este panorama se comprobó en tierras lasherinas, sobre el lateral norte de calle Regalado Olguín. Allí -de acuerdo con una denuncia presentada en Fiscalía de Estado y la Unidad Fiscal 3- un emprendimiento inmobiliario de la empresa Kristich usurpó unos 3500 metros cuadrados. Se trata del futuro barrio privado La Bastilla, donde la firma constructora habría levantado un muro de unos 350 metros de longitud sobre terrenos ajenos. "El barrio 8 de Abril (situado frente a La Bastilla) donó 20 metros de ancho por cientos de largo para que se construya una calle. Sorpresivamente, Kristich construyó uno de sus muros diez metros al interior de esta futura arteria", explicó el concejal Daniel López (Unión Popular) a MDZ".

La mentira, la impunidad y el descaro solapado parece ser una de las costumbres más profundas dentro del grupo económico. Es el caso de Marcelo Rosental, director de Fuente Mayor Hotel & Resort, quien ante la pregunta de la web Ragap (portal de gays y lesbianas y transexuales de España), sobre las características del lugar, afirma sin rubores que "es un emprendimiento de capitales 100% mendocinos. La empresa familiar que lo llevó adelante es Kristich Desarrollos, que hasta la fecha era solo una constructora de prestigio en el Gran Mendoza. Desde la apertura nuestro gerente general Federico Souto, que viene del rubro de la construcción, está a cargo del hotel. Todo el personal es gente del Valle". Extraño entendimiento el de Rosental acerca de la palabra prestigio. Y varias otras mentirillas en tan pocas líneas.

La situación de los casinos en una de las zonas de mayor crecimiento vinícola de Argentina es preocupante y percibida por quienes a diario transitan sus campos. Un portal de noticias apunta que "Hay un caso insólito en el Valle de Uco: entre 2005 y 2007, el gobierno provincial autorizó nada menos que 4 de estos casinos para vecinos de cabotaje: 2 en San Carlos (La Consulta y Eugenio Bustos), uno en Tunuyán y otro en Tupungato. Más de 500 máquinas tragamonedas. Pero Tunuyán tendrá  un privilegio timbero: dos casinos, uno del Estado (del Instituto de Juegos y Casinos, en plena calle San Martín) y otro  exclusivo en Fuente Mayor en Vista Flores".

Vale una reflexión de periodista Gabriel Bustos Herrera, que publicó un artículo en diario Los Andes, advirtiendo la locura que significa el accionar de estos grupos, y más aún en industrias tan sensibles como la del juego y el azar. "Conmueve que el Estado promueva la timba abajo, donde escasean el ingreso y el poder y abundan las necesidades. O que le saque provecho. Es el mismo país de la decadencia en la escuela pública, del retroceso vergonzoso de la comprensión de textos, de los miles de jóvenes fuera del circuito de la escuela y el trabajo; de una generación asediada por la droga, el alcohol y otras adicciones (al juego, entre ellas), en tiempos de ruptura del marco familiar y de otros valores en desuso. Como si la cultura del trabajo y la convivencia responsable fueran costumbres en desuso. Parece lo de Discépolo, igual que en la vidriera escandalosa de los cambalaches, se ha mezclado la vida".

Por suerte, el Fuente Mayor continuará desierto, sin vida, mientras allá afuera, en lo alto y al pie de la Cordillera, en Vista Flores, el país real avanza y el espíritu de sacrificio e innovación, honestidad y poesía, continúa más intacto que nunca. Nada como la naturaleza para crear los propios anticuerpos.

Y vaya un tango para el honorable y prestigioso grupo Kristich, un grupo, lo que se dice un verdadero grupo, troesma.