Cómo Gary Oldman se preparó para encarnar a Winston Churchill

"Darkest Hour" es la nueva película de Gary Oldman en la que se convierte en Winston Churchill, el ex primer ministro británico. A los 59 años el actor inglés interpreta a un Churchill envejecido, calvo, con una cara gruesa, casi irreconocible. Apenas puede adivinarse por el brillo travieso de su ojo azul. El objetivo de la película h sido mostrar a un Churchill excéntrico e infantil.

La película retrata la lucha del primer ministro británico al no ceder ante Hitler en mayo de 1940.

La composición de Oldman es uno de los altos del trabajo. "Tuve nueve meses para prepararme y cuatro semanas de ensayo. Es muy raro en el cine: a veces me encuentro con el director el día antes de un rodaje. En el set, me sentí totalmente liberado", relata. Oldman se sumergió en su personaje viendo videos de Churchill, leyendo libros sobre él y conociendo a "diecisiete miembros" de la familia del primer ministro.

Cada mañana, alrededor de las 2 o 3 en punto, se maquillaba para afeitarse la cabeza, se ponía la dentadura, durante cuatro horas. Lo que hizo que la película se le pareciera a una verdadera maratón: "Trabajé dieciocho horas al día durante cuarenta y ocho días. Pero le advertí al director que no subiría 30 kilos. A mi edad, me habría pasado el resto de mi vida tratando de bajarlos", reveló.

Esta enésima metamorfosis bien puede valerle el Oscar que nunca tuvo. "No es lo más importante en el mundo. Fui nombrado una vez. Perdimos contra The Artist. ¿Cuál era el nombre de este francés?", ironiza (o no).

Dijo The Guardian: "Esta película imagina que Churchill necesita hacer un viaje en el metro porque su auto oficial está detenido en el tráfico. Así que se encuentra con una pintoresca muestra representativa de sujetos británicos e imperiales en el subterráneo, de quienes aprende algo muy importante: ¡que él tiene toda la razón!". Y agrega: "Odiaba a Adolf Hitler por la misma razón por la que odiaba a Mahatma Gandhi: ambos eran enemigos del Imperio Británico. Pero Gary Oldman lleva a cabo una gran actuación aquí, y es imposible no disfrutarla. Es como si se viera repentinamente infundido con el espíritu de Sid Vicious".