Eduardo Hoffmann en Salentein
El artista delante de una de sus obras. El sábado pasado el auditorio de Killka mostró un público que reconoció la trayectoria y la carrera de uno de los artistas mendocinos más exitosos de los últimos tiempos. Su muestra, "Enviados especiales", es uno de los puntos altos de la actual temporada.
Un compañero de los primeros caminos de Hoffmann, Mica, intercambia roles con el fotógrafo Carlos Calise. Ambos son parte de la estrecha relación entre el arte y los caminos del vino.
El crítico Fabián Lebenglink y parte del team Salentein, al comando de Anabel Simionato. Escribió Lebenglink: "Hoffmann es un virtuoso (cosa que se observa desde sus comienzos como artista a comienzos de los años ochenta), pero huyó del virtuosismo para entrar en una zona mucho más interesante e indeterminada".
El camino hacia la galería de arte, en medio de la Cordillera de los Andes, enclavada en el corredor productivo. Las bodegas allí instaladas ya hablan de producción de "vinos en altura"
Parte de la panorámica en el Museo Killka. El paisaje del oeste argentino mezclado con una cuidada colección de arte contemporáneo
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