
El uso de la "s" en la palabra porcina y la separación para que quede "por sina", es una clara alusión a "sin aliento", apodo con que la hinchada de Newell's define a la de Central.
Poco después de empezar con la venta de entradas, el presidente de Newell's, Guillermo Lorente, se presentó en la sede del club y ordenó a los boleteros quitarse las mascarillas, que lucían la deformación de las palabras "gripe porcina", un virus que afecta a varios países, principalmente a México.
"Hay que bajar los decibeles; no queremos que haya que lamentar nada", declaró Lorente a Radio 2, de Rosario. "Ahora (el partido) está en manos de los jugadores, que sean ellos los que diriman la rivalidad en la cancha", agregó el dirigente.
En las cercanías de la sede de Newell's proliferaban vendedores ambulantes que ofrecían a los hinchas las burlonas mascarillas que prometían estar presentes en el clásico que se jugará en la cancha de Central.
Ese partido se disputará en medio de una semana de controversias por el reparto de las entradas, que incluyó importantes destrozos el lunes en la sede de Central y un choque de fanáticos de ambos clubes con heridos y detenidos.
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