Opiáceos y millennials, una nueva epidemia
El mes pasado, el presidente Trump dijo que la situación de los opiáceos en su país "es una emergencia nacional". Y continuó diciendo: "vamos a pasar mucho tiempo, mucho esfuerzo y mucho dinero" para contrarrestar esta adicción.
Pero, ¿qué ha sucedido? ¿Se está apropiando el dinero de esta industria? El Club Nacional de Prensa de Estados Unidos está motorizando varias iniciativas para entender el problema. Y ha convocado al congresista Tim Ryan), copresidente del Grupo de Tratamiento y Recuperación de la Adicción de la Cámara, para discutir la crisis de los opiáceos, lo que ya se entiende como la falta de paridad entre la salud mental y la salud física.
El economista de Princeton, Alan Krueger, documenta que los opiáceos son más que una amenaza para la salud. Entre 1999 y 2015 representó aproximadamente la caída del 20 % en la mano de obra de hombres y el 25 % de las mujeres. La causa principal se debió al uso de analgésicos.
El consumo de fármacos y opiáceos en Estados Unidos se ha incrementado de manera sustancial en los últimos años y se ha convertido de nuevo en un problema que impacta de manera dramática entre los jóvenes, afirman los especialistas. Al menos 78 estadounidenses mueren cada día a causa de sobredosis de opiáceos, que incluyen los medicamentos recetados para el dolor y la heroína, y en 2014 -el último año del que se tienen datos oficiales- más de 28.000 personas perdieron la vida por esta razón, de acuerdo con cifras de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos.
El consumo de opiáceos en Estados Unidos alcanza ya el grado de "epidemia" y "ha tomado" sobre todo a la generación de los "millennials", es decir aquellos jóvenes nacidos en las dos últimas décadas del siglo pasado.
El presupuesto de la Administración Trump de 2018 propone recortes sustanciales a la Administración para Niños y Familias, la Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias y el programa de Asistencia Temporal para Familias Necesitadas. Medicaid es el pagador más grande del país para servicios de adicción y cubre una porción significativa de medicamentos para la adicción a los opiáceos.
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