"Habemus presidenta"















Mauricio Runno, Corresponsal en Buenos Aires

En las radios, a poco de asumir Cristina, algunos decían "¡Habemus presidenta!". Casi que es hasta extraño que una mujer conduzca el país, pero habrá que habituarse. Y los taxistas porteños más aún, ya que lejos de llamarla por su cargo le dicen "muñeca". Los alrededores del Congreso, hoy de tarde, no mostraban euforia ni grandes manifestaciones públicas. La política de ganar la calle es, en el siglo XXI, una consigna delictiva más que una metodología de acción partidaria. Una pareja de pingüinos, frente al Congreso, era más bien un símbolo del éxito que han tenido estos animales durante los últimos años. Se habla de ellos, y de este modo se los conserva, se los tiene a salvo, y sin freezer.El último en acceder al recinto, para la ceremonia de asunción previa al discurso de la flamante presidente, fue el mandatario de Venezuela. Una treintena de periodistas, de distintos países latinoamericanos, lo aguardaba para una declaración. Cuando bajó del coche oficial que lo trajo al acceso reservado exclusivamente para legisladores, Hugo desairó a los hombres de prensa, y muy increíblemente se arrimó a uno de los policías que integraba el cordón de seguridad. Lo encaró decidido, le puso la mano en su hombro, y le preguntó cómo estaban las fuerzas policiales de Buenos Aires. El agente Torres, que de él se trata, jamás pensó en dialogar con algún presidente, y mucho menos con uno tan en boga como Chávez.Antes habían entrado por ese acceso Bachelet, Lula, Uribe, etcétera, etcétera, etcétera. Todos se preguntaban por el presidente de Uruguay, que llegó a Buenos Aires casi por quince minutos, cumpliendo con el rigor protocolar, para no poner más calor a lo de las papeleras. Tan asi resultó su presencia que se hizo humo. Y el que más lo aguardaba era el notero Clemente Cancela, que siempre hace esas preguntas tan CQC, y que casi todos los funcionarios conpiscuos K. suelen responder. Cualquiera diría que ambos padecen el síndrome de Estocolmo, aunque a la rioplatense: hacemos de cuenta que estamos peleados, pero somos amigos.Desde los altavoces que agrandaban los discursos se leyó lá nómina de autoridades presentes. Y aunque en cuestión de gustos no existe demasiada coincidencia, aún el "Cleto" del vicepresidente despierta sonrisas. Ya verán, ustedes, argentinos que no viven en Mendoza, como se hace costumbre y hasta resultará más simpático que Julio, nombre que se asocia con Iglesias, al menos en el repertorio popular de cantantes venidos a menos.Lo curioso de ver a tantos presidentes y ministros en el lapso de treinta minutos es el escaso repertorio de preguntas. Sin embargo, una de ellas sería apropiada, y quizá hasta una buena manera de entender el futuro: ¿por qué el continente es de los más postergados en el mundo? ¿Para qué sirven estas reuniones internacionales? ¿Cuánto le cuesta a los países el tiempo que ellos destinan en asunciones como las de hoy? América no es una canción feliz, y que lo diga Alejandro Sanz.Pero hoy no es un día más. Y esto se nota en el rostro de Tula, que está acodado en un pilar que sostiene un óleo insigne en el Salón de los Pasos Perdidos, atestado de periodistas, observadores, curiosos y militantes K, que reparten una publicación llamada "Ka", y que se proclama "Revista Oficial del Proyecto Argentino de Responsabilidad Social", editada por la empresa Komprometidos SRL, y dirigida por Damián Barijhoff. Es una versión criolla de la que publica Benetton, el mismo papel, y abre el "organ house" una publicidad a doble página, que sólo dice "Argentina, un país en serio". Mientras lo escribo parece chiste. La próxima vez que lo vea a Clemente Cancela le pregunto, él debe saber de qué se trata, tengo certeza.Roberto Petinatto con su novia, Nacha Guevara con una delegacíón de mujeres y colegas latinoamericanos contando chistes típicos de sus países son algunas de las cosas que voy oyendo, mientras salgo del recinto. Hay un tipo acodado en el bar que está dentro del Congreso, bebiendo café (la escena es de una película que aún no filmó Eliseo Subiela), mientras el sonido reinante es el del discurso de Cristina. Oigo algo del pasado que ella menciona, aunque no entiendo lo que dice, o si entiendo, mejor no quiero entender. Para mí, eso, hoy por hoy, es una película de Héctor Babenco sobre una novela de Alan Pauls, una fórmula que está lejos de la política: "El pasado".El futuro es auspicioso, aún para lo escépticos. Esta madrugada un temporal merodeó por la ciudad, voló techos, hizo estragos. Al mediodía salió el sol, celeste casi patrio, el cielo. Nada mejor que la ilusión: "Habemus presidenta".
Link permanente: http://www.mdzol.com/mdz/nota/21276

Comentarios

Unknown ha dicho que…
Excelente su crónica, aguafuerte, postal, ideologema, señor Runno. No entendí las alusiones tan literarias, pero el espíritu está: que no somos nada en este circo de siluetas con poder. ¡o estoy equivocado?
Gracias por sus textos, son distintos, ayudan a mirar más allá de la crónica funambulesca de los "medios".
B.
Anónimo ha dicho que…
Excelente su crónica, aguafuerte, postal, ideologema, señor Runno. No entendí las alusiones tan literarias, pero el espíritu está: que no somos nada en este circo de siluetas con poder. ¡o estoy equivocado?
Gracias por sus textos, son distintos, ayudan a mirar más allá de la crónica funambulesca de los "medios".
B.

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