"Después del entierro"
A veces la muerte no es el final de la historia, sino el comienzo.
De esto habla el más que curioso libro de Omar López Mato.
Desde Voltaire, Belgrano y Perón, de la funeraria egipcia a la Antigua Grecia. Relato de los últimos e intensos momentos de los protagonistas de la Historia.
Por Mauricio Runno
“Todo debe ser simple, pero no muy simple”, escribió Albert Einstein. Y aunque parezca relativa, la observación es inquietante. Más si se sale de un texto donde “a veces la muerte no es el final de la historia, sino el comienzo”. No hay más certezas apenas llegamos a este mundo: un día, o una noche, por la mañana o de tarde, algo dejará de latir y con ello emprenderemos una aventura sobre la cual nadie puede dar testimonio. Es la muerte, entonces, la única verdad, la realidad, pese a los jinetes del Apocalipsis en sus diversas variantes, desde las religiosas, las políticas o las inclasificables de Sueyro con sus versiones de un túnel.
El que nace tiene, a su manera, castigo: morirá. Y uno podría ser más leve o trágico en esta apreciación, lo que sólo atenuará el tono de un fenómeno que ha cautivado a poetas, teólogos, matemáticos, magos y varios seres mortales más, de lo más común, hay que decirlo. Todos, alguna vez, padecemos de lo mismo: cierto temor ante ella, la implacable, la huesuda, la guillotinesca, la esquelética, la brisa del tiempo: sí, la muerte.
El reciente libro de Omar López Mato viene a completar aspectos domésticos de la desaparición de las personas de la vida. Se trata de un autor apasionado por estos temas, un verdadero amateur en el sentido estricto de la palabra. Y ya de por sí esta condición resulta más que atractiva, pues su visión es la de alguien que no trabaja de especialista, no se hace el especialista ni tampoco se vende como tal. Extraña condición, estimados lectores, si atendemos a esta burda práctica de nuestros días nacionales y populares: los sociólogos quieren explicar la sociedad, los políticos quieren explicar la política, los economistas la economía... y no hay que ser demasiado inteligente para darse cuenta que los especialistas de este país deberían admitir el fracaso, al menos, intelectual, para no hablar de mayores perjuicios públicos.
“Después del entierro”, el libro de López Mato que ha sido editado por Sudamericana hace pocas semanas, es un paseo inusual por los últimos momentos de varias figuras en la historia de la humanidad. El espectro –y no es casual el término- nos trae las historias de agonías, entierros, sepelios y últimas palabras de personas disímiles. Algunas contemporáneas, la mayoría de relieves históricos significativos. Voltaire, Cristóbal Colón, Manuel Belgrano, José de San Martín, Juan Perón, Julio César, Carlomagno, Paine y hasta Mussolinni y Hitler. Pero hay en las más de cuatrocientas páginas relatos funerarios de la Antigua Grecia, Roma, Egipto, en lo que sin dudas es un texto de múltiples lecturas.
López Mato reconstruye los instantes finales con la mirada de un apasionado por la vida. ¿No es una paradoja escribir sobre la muerte desde la vida? Es uno de los grandes planteos que, sin proponerlo, el lector resolverá durante lo que dure su incursión por “Después del entierro”. López Mato, oftálmogo de profesión, se ha tomado la libertad del investigador sin subsidio, por lo que su libro es una verdadera lección de humanismo, sensibilidad e ironía. Quienes sean interesados por los aspectos históricos del mundo tendrán recompensa. Quienes sean atrapados por el costado gótico de la muerte tendrán recompensa. Quienes disfruten de las biografías que más tarde o más temprano acaban también tendrán recompensa.
Los que seguramente no tendrán recompensa serán aquellos que intentan escapar de la muerte: vanidosos, pedantes, absurdos. Ella, al final, siempre se las ingenia para llevarte hasta su secreto. Y el libro de marras lo confirma. Como en casi todo, habría que razonar lo siguiente: relájate y goza, que la vida va a acabar.
Video "Tus Epitafios" (del mismo libro, inédito):
Comentarios