Cannes: La sangre brota, de Pablo Fendrik
Pablo Fendrik es el secreto y el password de la mejor argentina cinematográfica, aún si haber visto ninguna de las películas de la competencia oficial. Hay un doble mérito en el director del siempre nuevo cine argentino. La más elocuente y simple es que uno de los pocos directores en la historia de Cannes que hace su exhibición durante dos años consecutivos. En la edición anterior presentó "El asaltante". Ahora, en cambio, acaba de obtener el Young Critic Award (Premio de la Critica Joven), en la 47º Semana de la Crítica del Festival, por "La sangre brota".
Se asegura, así, una importante exhibición en TV5MONDE, que también le ofrece al distribuidor francés de la película un aporte económico destinado a promover el film para su estreno en Francia. Y algunos elogios más que impresionantes. El caso de Jean-Christophe Berjon, delegado general de la Semana Internacional de la Crítica de Cannes, que declaró para Hollywood Reporter: "No es común que aceptemos al mismo director en dos años consecutivos, pero esta película posee tal energía y espontaneidad… y muestra el enorme potencial de Fendrik, que transmite una sensación de urgencia en todo lo que filma".
Esto ha dicho el director de La sangre brota. No es común, de allí quizá su éxito:
“La principal inspiración para escribir la película proviene de mi propia familia, y sobretodo del recuerdo que tengo de mi hermano menor y mi padre. Pero recién durante la reescritura del guión, descubrí que la energía que me impulsaba para realizar este proyecto radicaba en la imperante necesidad de saldar cuentas pendientes con mi familia y de exponer en términos dramáticos una realidad que nunca nadie llegó a conocer fuera del hermético ámbito familiar. Sólo entonces tomé conciencia de cómo esta metódica articulación de la negación, proveniente de aquel entorno doméstico, seguía arraigado en mi sistema. O sea, yo no empecé escribiendo este guión diciéndome ‘bueno, ahora van a ver, los voy a escrachar a todos’; por el contrario, comencé a escribir buscando algo que pudiera filmar con un equipo reducido, algo adentro de un auto, por ejemplo".
Y agrega: "Recordé que una vez había conocido a un taxista que era profesor de Bridge y me quemó la cabeza durante todo el trayecto hablándome de las bondades de su juego favorito. Hasta me dejó una tarjeta personal. Y así empecé a escribir un tratamiento al que inmediatamente le siguió el guión. Durante las tres semanas que duró el proceso, las escenas y personajes parecían escribirse solos. Literalmente “brotaban” como si yo apenas tuviese algo que ver con todo eso. Pero entonces, cerca del final, desperté de ese trance en el que había estado sumergido y supe que estaba llegando al final de una era en lo personal. Y que no había hecho más que transformar en ficciones todo un cúmulo de experiencias cuya intensidad nunca me había sido tan evidente. Y fue ahí, en la página 91 de la primera versión del guión, donde vi reflejado el ritmo salvaje de los primeros veinte años de mi vida. Así supe que se trataba de sangre.”
Según dicen esta es la sinopsis, tampoco muy clásica para el cine nacional: " Arturo, un parsimonioso taxista de 60 años, tiene que conseguir dos mil dólares en menos de 24 horas. Su hijo mayor, Ramiro, que se fugó de casa hace cuatro años, acaba de llamar desde Houston (Estados Unidos) pidiéndole ayuda urgente. Su esposa Irene guarda celosamente unos ahorros que no piensa ceder para ayudar a Ramiro. Ese mismo día, Leandro, el hijo menor que aún vive con ellos, planea robarles esos ahorros, comprar una partida de drogas y huir a la costa para venderla en los boliches con el propósito de reunir el efectivo suficiente para ir a buscar a su hermano mayor. Cuando padre e hijo se enfrenten por el dinero, Arturo se transformará de nuevo en aquel hombre que obligó a Ramiro a fugarse cuatro años atrás".
Pablo Fendrik nació en agosto de 1973, en Buenos Aires.
Trailer de "El asaltante"
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