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Es una costumbre bastante argentina: hablar cualquier cosa sobre casi cualquier cosa. En estos días ha sido la cuestión Brasil lo que parece haber dominado los comentarios. Aquí se presenta un primer informe sobre una nota aparecida en la revista Piauí. Sirve para saber cómo nos ven y cómo se informan algunos lectores brasileros. Kirchner, Lanata, Clarín, Fontevecchia, etc, etc.
La periodista se llama Daniela Pinheiro. Y comienza su crónica sobre la situación política del siguiente modo: “El cruce de las avenidas Santa Fe y Callao, en Buenos Aires, fue escenario, en mayo, de manifestaciones contra la política agrícola de la presidenta Cristina Kirchner. En una mañana de domingo, horas que los primeros manifestantes llegaran para un nuevo cacerolazo, una fila se formaba en el kiosco de revistas de la esquina. Hombres con sacos tweed, jóvenes melenudos y señoras con cabello pintado de rubio escogían sus lecturas del fin de semana. Una de las publicaciones más compradas era “Crítica de la Argentina”, un tabloide de 46 páginas y apenas dos meses de vida, cuyo lema es “el último diario en papel”.
Este artículo fue publicado en la revista Piauí, una suerte de formato New Yorker que lleva editándose desde Río de Janeiro hace casi dos años. Es una revista mensual, con circulación nacional, aunque principalmente se compone de lectores de ciudades (principalmente el ejido Río-San Pablo). En estos días en los que parece haberse institucionalizado el desembarco del coloso de Sudamérica en nuestro país, lo que no para pocos es poco digerible (ay, ay, ay: ¡estos argentinos!), el registro de nuestra realidad, en la visión de una persona que reporta para publicaciones de otro país, es sumamente interesante.
Pinheiro cuenta, que ese mismo domingo, el director de “Crítica”, Jorge Lanata, también aparecía en la tapa de la revista “Noticias”, que también había fotos de él en el diario “Perfil”, y que aparecía en la tapa de otra revista, “InfoBrand”, bajo el título “El marketing del yo”. Dice la colega: “A los 47 anos, por primera vez el es dueño de un órgano de prensa, en la rara condición de celebridad con credibilidad. En 2005, una investigación mostró que Lanata era la tercera personalidad más confiable de Argentina, atrás del escritor Ernesto Sábato y del entonces presidente Néstor Kirchner”.
Según el mismo informe, el diario “a veces parece de humor”. En abril, en “respuesta a otra ola de críticas de Cristina Kirchner contra la prensa, Lanata publicó en la primera página una foto de la presidente, a los 17 anos, con la frase: "Tan joven y bella como siempre, Cristina en los jardines de la residencia oficial." Las notas más destacadas en esa edición eran: "Muy oportuno el reclamo de la presidente contra la prensa", "Los precios continúan bajando" e "Más luz en la Ciudad Luz: Cristina viaja a Paris." Y hasta el nombre del diario fue alterado. En su lugar se leía Cristina, com la palabra rodeada por elementos de la marca francesa Louis Vuitton”.
Quien también opinó fue Gabriel Michi, presidente del Foro de Periodismo Argentino: “En un contexto en que la presidenta ataca a periodistas nominalmente en discursos, la idea de revivir el Observatorio sirve para presionar e intimidar a la prensa”. Vuelta a referirse a Crítica, la colega apunta que el diario, en las mañanas de los sábados, transforma su redacción en galería de arte, para que los lectores admiren pinturas en medio de los escritorios de los periodistas, y sirve champagne y empanadas a los visitantes. Observa que la redacción tiene 120 periodistas y que el salario medio es de 1.400 reales.
“Hago el diario que a mi me gustaría leer”, dice Lanata, “No hago análisis de mercado porque eso es para quienes venden tomate. Como soy igual a todo el mundo, si a mí me gusta, tendrá gente que también gustara”. Crítica, dice Pinheiro, vende 40 mil ejemplares durante los días de semana, y 60 mil los sábados y domingos. Y su contenido también es parte de su edición digital, que atrae 150 mil visitantes por día. Según palabaras de Lanata, la inversión del proyecto editorial fue de 2 millones de reales, que fue dividido en cuatro socios: Marcelo Figueiras, dueño de un laboratorio farmacéutico, el ex juez Gabriel Cavallo, el dueño de una aseguradora, y el propio periodista. Lo más curioso es el plan de desarrollo de la empresa: para 2009 deben abrir el capital que cotizará en la Bolsa de Valores de New York, además que Lanata pretende lanzar una revista semanal bilingüe, que se publicará en Brasil y Argentina. Aseguran que recién podrán recuperar lo invertido en un plazo de 18 meses.
También se recogió, en otro tramo de la nota, el testimonio de la periodista María O'Donnell, autora del libro “Propaganda K: una Maquinaria de Promoción con el Dinero del Estado”. Ella escribió que “entre 2003 y 2006, el grupo Clarín ganó 22 millones de reales en propaganda oficial de la Casa Rosada. El monto parece irrelevante, comparado con las cifras brasileras. Sólo en el año pasado, los diarios arrancaron 100 millones de reales en publicidad del gobierno Lula. Clarín, en tanto, ganó mucho mas apoyo oficial que cualquier otro diario asumidamente kirchnerista”.
Página 12 surgió al final de los años 80 como una revolución en el periodismo, remerora Daniela Pinheiro. Y afirma que el diario dirigido por Jorge Lanata fue tema Para notas que aparecieron en el New York Times e la revista Time. Se caractaerizaba por el proyecto gráfico osado, grandes fotos, títulos sensacionalistas, buen humor y crítica al gobierno, los mismos ingredientes usados hoy por “Crítica de la Argentina”. En seis años, Página 12 sufrió cinco atentados con bomba. Luego, la nota hace pie en toda la carrera del periodista argentino. Hasta llegar a un reportaje.
“es casi la hora del almuerzo y Lanata llamó a su secretaria. Ella había salido, aunque la voz de Lanara retumbó en todo el piso: "Uuuuhh, uuuhhh, ¿alguién está vivo? ¿El barco se hundió? ¿Están muertas? Me atienden... Socorrooooo!!!" El quería un tostado y café. Y mientras esperaba por el refrigerio, habló sobre los Kirchner: "En la época de Menem, se pedía 30% de propina en cualquier negocio relacionado al gobierno, aunque los corruptos salían de escena después de recibir el dinero. Ahora, ellos piden 10% y se que quedan en todas las etapas, ya que quieren una migaja de todo. Una empresária me contó esto llorando” (...) "Los Kirchner creen que van a quedarse siempre en el poder, que son eternos en el cargo. Ellos crean enemigos imaginarios todo el tiempo: primero eran los militares, después el FMI, ahora el campo. Mientras tanto, el país se hunde. Nuestra deuda externa es la misma que hace diez años. Entonces ¿lo que pagamos?”.
Parsa completar este perfil sobre el país, aún cuando el protagonista sea Lanata, la periodista consultó a otros colegas, muchos de ellos actores protagónicos del periodismo actual. Es el caso de Jorge Fontevecchia, dueño de la mayor editora de revistas del país, una cartera de 20 títulos, entre ellas Noticias, Caras y el diario Perfil. “Cuando era presidente, un periodista le preguntó a Néstor si él tenía enemigos: en un primero momento, respondió que no. Pero ahí él rehizo la frase y dijo que sólo había un hombre que odiaba: era yo”, contó Fontevecchia.
El párrafo siguiente de la nota dice así: “A los 50 anos, hablando en portugués impecable, como su saco y peinadi, Fontevecchia comentó con naturalidad que todos sus teléfonos, incluyendo el de su casa, son espiados por el gobierno, El hecho llegó a ser tapa de Noticias (…) Dice irónico: con eso adopté en la vida una postura de Séneca: compórtese siempre como si alguien lo estuviese mirando”.
El registro del director de Perfil, sin embargo, no evita la política: “Cuando una nación encara lo que sería extraordinario como algo normal está perdida. La Argentina acepta con normalidad cosas extraordinarias, como espiar teléfonos. Los Kirchner son el resultado de un procesos de neurosis progresiva del país. Cuando uno tiene una sociedad en que los nietos son más pobres que los abuelos, eso es contra la naturaleza. Es como cuando muere un hijo antes que el padre. Los Kirchner son el reflejo de esa neurosis social. Menem era megalómano, De la Rúa era autista e los Kirchner son paranoicos”.
Este artículo fue publicado en la revista Piauí, una suerte de formato New Yorker que lleva editándose desde Río de Janeiro hace casi dos años. Es una revista mensual, con circulación nacional, aunque principalmente se compone de lectores de ciudades (principalmente el ejido Río-San Pablo). En estos días en los que parece haberse institucionalizado el desembarco del coloso de Sudamérica en nuestro país, lo que no para pocos es poco digerible (ay, ay, ay: ¡estos argentinos!), el registro de nuestra realidad, en la visión de una persona que reporta para publicaciones de otro país, es sumamente interesante.
Pinheiro cuenta, que ese mismo domingo, el director de “Crítica”, Jorge Lanata, también aparecía en la tapa de la revista “Noticias”, que también había fotos de él en el diario “Perfil”, y que aparecía en la tapa de otra revista, “InfoBrand”, bajo el título “El marketing del yo”. Dice la colega: “A los 47 anos, por primera vez el es dueño de un órgano de prensa, en la rara condición de celebridad con credibilidad. En 2005, una investigación mostró que Lanata era la tercera personalidad más confiable de Argentina, atrás del escritor Ernesto Sábato y del entonces presidente Néstor Kirchner”.
Según el mismo informe, el diario “a veces parece de humor”. En abril, en “respuesta a otra ola de críticas de Cristina Kirchner contra la prensa, Lanata publicó en la primera página una foto de la presidente, a los 17 anos, con la frase: "Tan joven y bella como siempre, Cristina en los jardines de la residencia oficial." Las notas más destacadas en esa edición eran: "Muy oportuno el reclamo de la presidente contra la prensa", "Los precios continúan bajando" e "Más luz en la Ciudad Luz: Cristina viaja a Paris." Y hasta el nombre del diario fue alterado. En su lugar se leía Cristina, com la palabra rodeada por elementos de la marca francesa Louis Vuitton”.
Quien también opinó fue Gabriel Michi, presidente del Foro de Periodismo Argentino: “En un contexto en que la presidenta ataca a periodistas nominalmente en discursos, la idea de revivir el Observatorio sirve para presionar e intimidar a la prensa”. Vuelta a referirse a Crítica, la colega apunta que el diario, en las mañanas de los sábados, transforma su redacción en galería de arte, para que los lectores admiren pinturas en medio de los escritorios de los periodistas, y sirve champagne y empanadas a los visitantes. Observa que la redacción tiene 120 periodistas y que el salario medio es de 1.400 reales.
“Hago el diario que a mi me gustaría leer”, dice Lanata, “No hago análisis de mercado porque eso es para quienes venden tomate. Como soy igual a todo el mundo, si a mí me gusta, tendrá gente que también gustara”. Crítica, dice Pinheiro, vende 40 mil ejemplares durante los días de semana, y 60 mil los sábados y domingos. Y su contenido también es parte de su edición digital, que atrae 150 mil visitantes por día. Según palabaras de Lanata, la inversión del proyecto editorial fue de 2 millones de reales, que fue dividido en cuatro socios: Marcelo Figueiras, dueño de un laboratorio farmacéutico, el ex juez Gabriel Cavallo, el dueño de una aseguradora, y el propio periodista. Lo más curioso es el plan de desarrollo de la empresa: para 2009 deben abrir el capital que cotizará en la Bolsa de Valores de New York, además que Lanata pretende lanzar una revista semanal bilingüe, que se publicará en Brasil y Argentina. Aseguran que recién podrán recuperar lo invertido en un plazo de 18 meses.
También se recogió, en otro tramo de la nota, el testimonio de la periodista María O'Donnell, autora del libro “Propaganda K: una Maquinaria de Promoción con el Dinero del Estado”. Ella escribió que “entre 2003 y 2006, el grupo Clarín ganó 22 millones de reales en propaganda oficial de la Casa Rosada. El monto parece irrelevante, comparado con las cifras brasileras. Sólo en el año pasado, los diarios arrancaron 100 millones de reales en publicidad del gobierno Lula. Clarín, en tanto, ganó mucho mas apoyo oficial que cualquier otro diario asumidamente kirchnerista”.
Página 12 surgió al final de los años 80 como una revolución en el periodismo, remerora Daniela Pinheiro. Y afirma que el diario dirigido por Jorge Lanata fue tema Para notas que aparecieron en el New York Times e la revista Time. Se caractaerizaba por el proyecto gráfico osado, grandes fotos, títulos sensacionalistas, buen humor y crítica al gobierno, los mismos ingredientes usados hoy por “Crítica de la Argentina”. En seis años, Página 12 sufrió cinco atentados con bomba. Luego, la nota hace pie en toda la carrera del periodista argentino. Hasta llegar a un reportaje.
“es casi la hora del almuerzo y Lanata llamó a su secretaria. Ella había salido, aunque la voz de Lanara retumbó en todo el piso: "Uuuuhh, uuuhhh, ¿alguién está vivo? ¿El barco se hundió? ¿Están muertas? Me atienden... Socorrooooo!!!" El quería un tostado y café. Y mientras esperaba por el refrigerio, habló sobre los Kirchner: "En la época de Menem, se pedía 30% de propina en cualquier negocio relacionado al gobierno, aunque los corruptos salían de escena después de recibir el dinero. Ahora, ellos piden 10% y se que quedan en todas las etapas, ya que quieren una migaja de todo. Una empresária me contó esto llorando” (...) "Los Kirchner creen que van a quedarse siempre en el poder, que son eternos en el cargo. Ellos crean enemigos imaginarios todo el tiempo: primero eran los militares, después el FMI, ahora el campo. Mientras tanto, el país se hunde. Nuestra deuda externa es la misma que hace diez años. Entonces ¿lo que pagamos?”.
Parsa completar este perfil sobre el país, aún cuando el protagonista sea Lanata, la periodista consultó a otros colegas, muchos de ellos actores protagónicos del periodismo actual. Es el caso de Jorge Fontevecchia, dueño de la mayor editora de revistas del país, una cartera de 20 títulos, entre ellas Noticias, Caras y el diario Perfil. “Cuando era presidente, un periodista le preguntó a Néstor si él tenía enemigos: en un primero momento, respondió que no. Pero ahí él rehizo la frase y dijo que sólo había un hombre que odiaba: era yo”, contó Fontevecchia.
El párrafo siguiente de la nota dice así: “A los 50 anos, hablando en portugués impecable, como su saco y peinadi, Fontevecchia comentó con naturalidad que todos sus teléfonos, incluyendo el de su casa, son espiados por el gobierno, El hecho llegó a ser tapa de Noticias (…) Dice irónico: con eso adopté en la vida una postura de Séneca: compórtese siempre como si alguien lo estuviese mirando”.
El registro del director de Perfil, sin embargo, no evita la política: “Cuando una nación encara lo que sería extraordinario como algo normal está perdida. La Argentina acepta con normalidad cosas extraordinarias, como espiar teléfonos. Los Kirchner son el resultado de un procesos de neurosis progresiva del país. Cuando uno tiene una sociedad en que los nietos son más pobres que los abuelos, eso es contra la naturaleza. Es como cuando muere un hijo antes que el padre. Los Kirchner son el reflejo de esa neurosis social. Menem era megalómano, De la Rúa era autista e los Kirchner son paranoicos”.
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