Marcelo Bielsa y el terremoto en Chile

"En un piso once, no hay tiempo para nada. Me moví rápido y sin sentimientos. Algo me decía que tenía que llegar a las escaleras y que tenía una sola oportunidad".

"Yo sentí náuseas, una especia de embriaguez de bebida blanca de mala calidad. No podía caminar y no sabía si era porque no podía o porque sin darme cuenta no quería".

"Yo no tuve miedo, todo lo contrario. Hacía las cosas como con desinterés...En ese instante daba la apariencia de un montaje obvio de película clase B: ni era un montaje, ni se trató de una película".

Tomado de la edición digital de Clarin.

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