Sarmiento, Viajes por Europa, Africa y América

Domingo Faustino Sarmiento, además de ser autor del mítico "Facundo", escribió este libro, que no suele ser ni muy analizado ni considerado dentro de su producción escrita.
Realizo una selección muy breve y arbitraria de algunas pastillitas que aparecen en este ejemplar, publicado en  1849.
Como advierten los editores actuales del Proyecto Sarmiento, "el texto presenta numerosas diferencias con el Tomo V de la Edición Nacional de las Obras Completas. Hemos respetado la ortografía original.  Este trabajo fue realizado conjuntamente por la Biblioteca Nacional Argentina y el Proyecto Sarmiento para la Biblioteca del Bicentenario. Agradecemos al Señor Andres Tronquoy su inestimable colaboración"

"Despues de Echeverria he gozado de la frecuencia de Mitre, poeta por vocacion, gaucho de la Pampa por castigo impuesto a sus instintos intelectuales, artillero, sin duda buscando el camino mas corto, para volver a su patria, espíritu fácil, carácter simple i mesurado, i escelente amigo"

"El sol está ahí ya, en el borde del horizonte, escudriñando los mas recónditos recesos de este cráter abierto en cuyo interior esta fundada Rio Janeiro. Me pone miedo el sol aquí, i concibo que los pueblos tropicales lo hayan adorado. Paréceme ver en él cuando se presenta en los límites celestes, aquella figura de Miguel Ánjel que preside al juicio final, implacable en sus miradas que dominan la tierra, atlética en sus formas que revelan su poder incontrastable"

"Paréceme que todas las injusticias humanas vinieran del sentimiento de la debilidad. La raza negra queda hoi tan solo esclavizada por los últimos en la escala de los pueblos civilizados, los portugueses i los españoles. La esclavatura es como los pañales de la indústria. Hasta los romanos la guerra se hizo, como medio de hacer provisiones; hasta ayer no mas la indústria que nacia traia un esclavo para atarlo a la tahona, o uncirlo al yugo.
Pero cuando el hombre se ha encontrado en posesion de las matemáticas, ha dejado de esplotar hombres, i sostituido a la fuerza de los caballos mismos las del vapor, que pone en movimiento las máquinas de su invencion"

"El alma es inmortal, pero perfectible viajando de este mundo al otro i volviendo a animar nuevos seres, hasta obtener la perfeccion"

"Si alguna vez, viene V. a Francia, desembarque en el Havre i no en Burdeos. Por aquí va el camino de su historia para llegar a Paris. Aquí se encuentra todo su pasado, los señores normandos i los ingleses, las tradiciones i las batallas, la edad media con sus conventos, sus agujas i sus castillos; i para el americano, poco
conocedor al principio, conviene que se le presenten en grandes masas los objetos para que hieran hondamente su imajinacion"

"Flanear es un arte que solo los parisienses poseen en todos sus detalles; i sin embargo el estranjero principia el rudo aprendizaje de la encantada vida de Paris por ensayar sus dedos torpes en este instrumento de que solo aquellos insignes artistas arrancan, inagotables harmonias. El pobre recien venido, habituado a la quietud de las calles de sus ciudades americanas, anda aquí los primeros dias con el jesus en la boca, corriendo a cada paso riesgo de ser aplastado por uno de los mil carruajes que pasan como exalaciones, por delante, por detras, por los costados"

"Luego, basta conocer un poco a Madrid, para medir el alcance del drama español. Madrid, aunque real i mui noble, es siempre la villa de Madrid. Ejemplos: en el teatro del Príncipe hai un chirivitil donde recibe Romea, el primero i el único actor dramático de la España. Allí en aquella tertulia ve el estranjero en ocho dias, conoce, i tutuea si quiere, a todas las ilustraciones literarias de la España; poco queda fuera de este círculo. Mas allá i en la misma calle está el Casino, en donde se reunen todas las reputaciones políticas de Madrid, diputados, banqueros, i literatos políticos que han principiado por ser versificadores, esto es cieguitos con los ojos claros, i han concluido por ser jefes políticos, diputados, o secretarios de la reina"

"Illmo. Señor Obispo de Cuyo. Roma, Abril 6 de 1847. Cuando desde el centro del mundo cristiano vuelvo hácia América las miradas, su Señoría Ilustrísima, mi digno tío, se me presenta como el corresponsal obligado, a quien debo de preferencia trasmitir, si así lo deseo, las impresiones que me causa el espectáculo de esta ciudad eternamente célebre por su pasada gloria i los vínculos que hoi la ligan con el orbe católico"

La versión íntegra del libro




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