Mendoza en el siglo XXI, problemático y febril, el que no llora, no mama, el que no afana es un gil


1- Revisando la lista de candidatos con posibilidades ciertas, sus propuestas, el sistema de alianzas, no parece haber en este turno electoral ningún candidato que represente la entrada de Mendoza al siglo XXI. Por el contrario, la desvalorización de la actividad política y la curva de la decadencia de los dirigentes parece acentuarse. La sensación general es que nada cambiará de fondo, sea cual fuese el ganador el próximo 23 de octubre.
2- En este escenario existen tres ideas fuerzas destacadas, según la comunicación política, que nada tiene que ver con modificar el núcleo de los problemas estructurales, es decir, culturales, de un sistema que parece caer a pedazos, día a día. Esto es: ninguno asegura un destino distinto, sino una adaptación (sobre adaptación), a un sistema que permite que Mendoza caiga en posiciones de importancia. Se debe recordar que Argentina, por su Constitución, es un país federal. Federal aunque de historieta, tribunero. 
3- Para el candidato del justicialismo todo va muy bien, y sólo hay que hacerle un poco más de caso a lo que digan los habitantes esporádicos de la Casa Rosada. Del puerto somos y al puerto vamos. Y nos asumimos como gerentes regionales, que es así como saldremos de la postergación y el atraso. 
4- Para el candidato Iglesias la vida no es por Perón (ni hablar de Hipólito Yrigoyen), sino por el corte (de boletas). Tampoco ha explicado para qué cortar boleta. Sólo está claro que su "peronización" ambiciona el poder. Parece difícil que pueda explicar sus diferencias, máxime cuando comenzó al tope de las preferencias del electorado, y ya en el último sprint aparece cansado o ahogado.
5- Para el tercer candidato, en cambio, se aplicaría aquello de "que cambie algo para que nada cambie". Sin equipos técnicos, con candidatos vergonzantes, como su primer aspirante a diputado nacional, la alianza de la derecha guarda enorme contradicción: se presenta como un frente antikirchnerista, de oposición, y claramente su participación favorece la permanencia y consolidación del kirchnerismo. Funcionales a su conciencia histórica de partido "chico".
6- Ni el 24 de octubre ni el 10 de diciembre de 2011. Mendoza deberá esperar por lo menos al 24 de octubre o al 10 de diciembre de 2015, recién, para ser parte del siglo XXI. Ni los estadistas de principios del siglo XX pensaron que esto podía alargarse tanto y tan aburridamente.

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