Alcohol y Salud Pública en Estados Unidos
"Con el uso de alcohol como tercera causa principal de muerte evitable en los Estados Unidos, uno pensaría que las reuniones de reguladores estaduales se centrarían en las medidas más eficaces y redituables para reducir los daños provocados por el alcohol", afirmó Sarah Mart, directora de investigación de Alcohol Justice.
Mart se vale de su experiencia en la Conferencia Nacional de Administradores Estaduales del Licor (National Conference of State Liquor Administrators, NCSLA) anual, que se celebró en junio del 2010. Más de dos tercios (72%) de los 187 asistentes y panelistas pertenecían al sector del alcohol. El resto representaba a sistemas de control estaduales de alcohol y organismos gubernamentales federales. Ella fue la única participante en representación de las políticas de salud pública.
"La NCSLA está dominada por las compañías privadas y globales que producen, importan, distribuyen y venden alcohol", afirmó Mart. "El programa de control del licor de la Asociación no incluye consideraciones de salud pública, algo que no resulta sorprendente".
En promedio, se atribuyen 79.000 muertes por año al consumo de alcohol. En el 2005, hubo más de 1,6 millones de hospitalizaciones y 4 millones de visitas a salas de emergencia por causas relacionadas con el alcohol. Los costos relacionados con el alcohol en los presupuestos estaduales son sorprendentes; aun así, esta organización comercial de reguladores estaduales, que podría tener un papel importante en la reducción del daño, no tiene una posición tomada en apoyo de la salud pública.
"Los panelistas de Big Alcohol en realidad enviaron una advertencia a los reguladores: Sean amistosos con el sector. No sacudan NI golpeen al comercio con preocupaciones de salud pública, porque, si no, peligrará su trabajo", informó Mart. "Los funcionarios federales que estaban presentes también hablaron sobre apoyar al sector, en vez de proteger la seguridad pública. Fue una decepción".
El artículo concluye que la salud pública debe convertirse en un punto permanente en el programa de los grupos comerciales de reguladores del alcohol, y los reguladores estaduales necesitan unirse con aliados de salud pública para apoyar estrategias basadas en pruebas para reducir el daño relacionado con el alcohol, en vez de solo proporcionar un camino claro para que el sector alcance altos niveles de ventas y ganancias.
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