Presentan nueva novela de Raúl Silanes
El escritor Raúl Silanes presenta este jueves su novela "Envidia el viento a los difuntos", desde las 20,30, en La Nave Cultural de la ciudad de Mendoza.
¿Es Silanes nuestro Sam Shepard, en el registro de “Crónicas de motel”? ¿Acaso un seguidor de Juan Rulfo, perdido, del oeste argentino? “Desde el principio de mi escritura sentí de una forma difícil de explicar una enorme atracción hacia el desierto. Para mí, el desierto tiene un poder inocultable sobre las personas, un poder empequeñecedor y enriquecedor a la vez. Ningún otro paisaje ha surtido en mí un efecto comparable".
"Además, siempre me ha impresionado el igualitarismo de la gente que vive en el desierto, la forma que tienen las personas del desierto de relacionarse entre sí, espontáneamente, como iguales. Por otra parte, más del 90% de la provincia de Mendoza está deshabitado, sin producir nada, pura arena y roca…”, explica.
E intenta aclarar lo de Rulfo: “Mi interés por el gran maestro no es demasiado, si se lo compara con mi interés por la obra de otros que no son escritores, como Leonardo Favio, Kusturica, Fellini, e incluso un gigante como Chalo Tulián o Ángel Gil o Severino. De todas maneras, esas influencias conjugan en mí una nutrición consciente, junto con cada uno de los grandes mendocinos, desde Ramponi hasta Di Benedetto, pasando por Draghi, Hilario Cuadros, Bufano, Arias, Burgos, Calí, Casnati o Manzur, entre tantos, sin los cuales no sería lo que soy, porque ellos sembraron mucho en esta tierra netamente mercantil”.
- ¿Cómo surgió “Envidia el viento a los difuntos”?
- Es la historia de la muerte de un cantor popular y el principio me vino casi entero en un sueño. Sueño mucho con ese pueblo que inventé, con Resurrección, con personajes que he puesto ahí a lo largo de los años. El cantor era al principio sólo una imagen, la de un hombre a caballo que acaba de pasar la noche con su compadre Aníbal Cuadros, en una casa basada en la misma de don Hilario Cuadros, en Guaymallén, que conocí en mi infancia, porque vivía en la Cañadita Alegre.
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