García Marquéz, un super héroe en historieta
El libro es una suerte de novela de la vida del Nobel colombiano, con la salvedad que se trata de una historieta. Y es también, a su modo, una aproximación al oficio de escribir, aquel que "enferma si no escribe". Todo empieza por el principio y termina allí donde lo contemporáneo es la actualidad. Con Gabo editando en China y siendo uno de los autores más populares, allá, tan lejos y quizá tan cerca del Macondo del realismo mágico.
Varias ciudades pasan por este itinerario mágico y misterioso. Se detiene en tributos a otros escritores y, especialmente, en el rastreo de la vocación de la narrador. Qué escribir sin quedarse seco, como Juan Rulfo, parece decirnos esta historia. Qué escribir luego de Kafka, de Faulkner, de tantos otros, sin parecer un divulgador de otros universos. Y ese es el desafío más genial del escritor Gabriel García Márquez: ir más allá, salirse del límite, de lo convencional, apropiarse de un mundo, de un un lenguaje. Allí quizá anida la mejor idea de este texto: si tu vida va a ser inolvidable, no es fácil, pero tampoco imposible.
"Gabo, memoria de una vida mágica" es una oportunidad increíble para acercarse a la obra impresionante del colombiano. En el medio o en algún otro momento de la lectura me tenté para repasar su discurso en Oslo, cuando recibió el Nobel de Literatura. No lo recordaba en detalles. Y la verdad que me impactaron varias cosas:
1-Su sentido de pertenencia, su América Latina, acaso una especie de Macondo en otra escala.
2-Su sencillez y su simpleza. Es muy emotivo y poco intelectual, allí donde todo pareciera funcionar al revés. Gran punto para Gabo.
3-Su evocación de un paraíso perdido, de un tesoro ni siquiera tan oculto como indescifrable. En ese tránsito, acaso, funciona su narrativa para solaz de millones de lectores.
4-Su credo poético, su maravillosa esperanza en la certeza de la palabra.
Nadie conoce a un escritor, en lo profundo, salvo sus íntimos, salvo los elegidos, los que ni saben de qué se trata el oficio.
Este libro ayuda y aproxima a conocer a un puro e indispensable exponente de la ficción latinoamericana. Le llamaron realismo mágico, pero es lo de menos. Y este texto ayuda a pensarlo directamente desde la magia. Gracias por el fuego sagrado, Gabo. A tus pies rendido un león, miles de fieras. Salud, maestro.
Varias ciudades pasan por este itinerario mágico y misterioso. Se detiene en tributos a otros escritores y, especialmente, en el rastreo de la vocación de la narrador. Qué escribir sin quedarse seco, como Juan Rulfo, parece decirnos esta historia. Qué escribir luego de Kafka, de Faulkner, de tantos otros, sin parecer un divulgador de otros universos. Y ese es el desafío más genial del escritor Gabriel García Márquez: ir más allá, salirse del límite, de lo convencional, apropiarse de un mundo, de un un lenguaje. Allí quizá anida la mejor idea de este texto: si tu vida va a ser inolvidable, no es fácil, pero tampoco imposible.
"Gabo, memoria de una vida mágica" es una oportunidad increíble para acercarse a la obra impresionante del colombiano. En el medio o en algún otro momento de la lectura me tenté para repasar su discurso en Oslo, cuando recibió el Nobel de Literatura. No lo recordaba en detalles. Y la verdad que me impactaron varias cosas:
1-Su sentido de pertenencia, su América Latina, acaso una especie de Macondo en otra escala.
2-Su sencillez y su simpleza. Es muy emotivo y poco intelectual, allí donde todo pareciera funcionar al revés. Gran punto para Gabo.
3-Su evocación de un paraíso perdido, de un tesoro ni siquiera tan oculto como indescifrable. En ese tránsito, acaso, funciona su narrativa para solaz de millones de lectores.
4-Su credo poético, su maravillosa esperanza en la certeza de la palabra.
Nadie conoce a un escritor, en lo profundo, salvo sus íntimos, salvo los elegidos, los que ni saben de qué se trata el oficio.
Este libro ayuda y aproxima a conocer a un puro e indispensable exponente de la ficción latinoamericana. Le llamaron realismo mágico, pero es lo de menos. Y este texto ayuda a pensarlo directamente desde la magia. Gracias por el fuego sagrado, Gabo. A tus pies rendido un león, miles de fieras. Salud, maestro.
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