Cronopios sueñan cronopios
Un cronopio se despierta, un día cualquiera.
Se lava el rostro y luego toma su desayuno, como siempre.
Luego lee. Y cuando se asoma al diario se aburre.
Observa el mundo que entra por la ventana.
Y vuelve a lavarse los dientes.
Después se recuesta.
En la vigilia sueña que un cronopio se despierta.
Y que ahora otro cronopio se lava el rostro y persigue su ruta de un día cualquiera.
Hasta que llega Cortázar al sueño.
Y ahora sí los cronopios asustados corren, se esconden como pueden, para no ser reprendidos.
Cortázar se duerme.
Y sueña que vive con muchos cronopios alrededor.
Todos con los dientes limpios y la sonrisa fresca.
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