La economía quiebra la independencia de Cataluña

Uno de los catalanes más críticos del movimiento de secesión de Cataluña de España ha sido Josep Bou, el Presidente de la Asociación de Empresarios: "Se ha deslocalizado el 50% del PIB de Cataluña", resumió.

Símbolos de la identidad catalana, como las bodegas Codorniú y Freixenet, acaban de anunciar su traslado a Rioja, acaso la región vinícola más importante de España.

Josep Bou no deja de reiterar con números lo que el momento político omite en sus acciones: "El PIB de Cataluña es de alrededor de 200.000 millones de euros. La fuga de empresas ha provocado que se haya deslocalizado el 50% de ese PIB". Según distintas fuentes, desde el 1 de octubre, se mudan por día 150 empresas, de todo rango, hacia otros puntos de España. 

"El empleo está cayendo en picado. Las empresas se siguen yendo. Estamos todavía en la zozobra. No podemos seguir así, porque Cataluña entraría en una crisis profunda que tardaría décadas en recuperar", dice el empresario catalán.

Para el gobierno español la situación es “de máxima gravedad”. La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, afirmó que “la Generalitat está llevando a Cataluña a una recesión económica”, y lo que pasa en esta región “pone en riesgo la recuperación económica” de todo el país.

El ministro de Economía de España, Luis de Guindos, se sumó al discurso de la vicepresidenta, afirmando que la crisis social y política que se vive en Cataluña “no saldrá gratis”, y que de hecho ya “está afectando” al crecimiento económico de España.

Barcelona es la provincia más afectada, pero en los últimos días han desertado empresas en otras comunidades autónomas: Tarragona (12), Lérida (10) y Gerona (7), las cifras resultan bastante inferiores, pero también evidencian un repunte de la incertidumbre.