Cuál es el secreto de la disminución de muertes causadas por el terrorismo
Existe el Global Terrorism Index, que acaba de publicarse, con la conclusión central que en 2017 las muertes causadas por el terrorismo disminuyeron un 22% en comparación con el máximo alcanzado en 2014. Lo atribuyen al estado de retirada del extremismo radical islámico
Por segundo año consecutivo, la cantidad total de muertes disminuye, con una reducción del 13% anual en comparación con 2015.
Siria, Pakistán, Afganistán y Nigeria, cuatro de los cinco países más afectados por el terrorismo, registraron un 33% menos en la cantidad de muertes. La mayor reducción ocurrió en Nigeria, donde las muertes causadas por el terrorismo atribuidas a Boko Haram disminuyeron el 80% en 2016.
El EIIL (Estado Islámico de Irak y el Levante) desafía la tendencia positiva con un 50% más de personas asesinadas por el grupo que en 2015, dando como resultado su año más letal, con más de 9,000 muertes, principalmente en Irak.
En 2016, los países de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) sufrieron el mayor número de muertes desde 2001, pero hasta ahora -en 2017- se ha producido una reducción considerable en comparación con 2016, coincidiendo con la disminuida capacidad del EIIL en su núcleo.
Los ataques terroristas se están haciendo menos sofisticados y es más probable que estén dirigidos contra blancos civiles en la OCDE, como ataques usando vehículos; pero las mejoras en las estrategias de contraterrorismo hicieron fracasar más planes terroristas en 2016 que en 2015 y 2014.
Irak fue el único país de los cinco más afectados por el terrorismo en registrar un incremento del número de muertes, principalmente causadas por el EIIL: se profundizaron los ataques suicidas y agresiones a civiles para compensar sus pérdidas territoriales. La cantidad total de muertes atribuidas al EIIL aumentó el 50% en 2016.
El informe anual, elaborado por el Institute for Economics & Peace (Instituto para la Economía y la Paz, IEP), halla que, aunque la cantidad mundial de muertes y ataques tuvo una disminución en 2016, todavía hay tendencias inquietantes, ya que más países que en cualquier otro momento de los últimos 17 años sufrieron por lo menos una muerte causada por el terrorismo. En total 77 países sufrieron por lo menos una muerte causada por el terrorismo, más que los 65 de 2016, dando lugar a que la puntuación general del GTI, que mide el impacto del terrorismo, se deteriorara el 4% con respecto a 2015.
El tipo de ataque afecta las probabilidades de éxito en evitarlo. Casi la mitad de todos los ataques usando bombas y explosiones fueron frustrados, pero los ataques de bajo costo y bajo nivel tecnológico, como los ataques con vehículos, son más difíciles de evitar. Desde el ataque con un camión en Niza en julio de 2016, se han realizado por lo menos otros 13 ataques usando vehículos en países de la OCDE, incluido el ataque del 31 de octubre de 2017 en Manhattan. Once de esos ataques han apuntado explícitamente a civiles, y por lo menos seis fueron dirigidos contra multitudes.
Un hallazgo clave de la investigación es que el 99% de todas las muertes causadas por el terrorismo en los últimos 17 años han ocurrido en países que están en conflicto o que tienen un alto nivel de terrorismo político. El terrorismo político significa la presencia de ejecuciones extrajudiciales, tortura y encarcelamiento sin juicio. Este hallazgo demuestra los riesgos asociados a las estrategias de contraterrorismo que pueden exacerbar los agravios existentes que alimentan el extremismo y el terrorismo. Turquía y Egipto tuvieron algunos de los mayores incrementos en muertes después de grandes acciones represivas del gobierno.
Las muertes y los ataques terroristas están aún muy concentrados: el 94% de todas las muertes a causa del terrorismo ocurren en el Oriente Medio y en el norte de África, el África subsahariana y el Sur de Asia. América Central y el Caribe es la región menos afectada, con solo 12 muertes, menos del 0,4% del total.
El impacto económico mundial del terrorismo en 2016 fue de US$84.000 millones, una reducción de casi US$6.000 millones en comparación con 2015. A pesar de la alta cifra absoluta, el impacto económico del terrorismo es pequeño comparado con otras importantes formas de violencia. El impacto económico del terrorismo constituye solamente el 1% del impacto económico mundial total de la violencia, que llegó a $14,3 billones en 2016.
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