Griselda Gambaro Ciudadana Ilustre

El próximo miércoles 4 de noviembre, entre las 15 y 17 horas, en el Salón Dorado de la Legislatura, (Perú 130), se hará el acto por el cual la escritora y dramaturga argentina será declarará Ciudadana Ilustre de Buenos Aires.

Vale la pena transcribir los "considerandos" porque se trata de una figura cultural clave, más aún para el panorama teatral argentino.

Que Griselda Gambaro, nacida en Buenos Aires el 28 de julio de 1928, es una escritora reconocida en el país y en el exterior, cuya producción es principalmente teatral, aunque contiene también novela, ensayo y relatos infantiles.

Que en 1963 publica el libro de narrativa Madrigal en ciudad con el que obtiene el Premio Fondo Nacional de las Artes y dos años después “El Desatino” (Premio Emecé), que es llevado al teatro con dirección de Jorge Petraglia y estrenado en la Sala de Experimentación Audiovisual del Instituto Di Tella.

Que, entre 1966 y 1967, presenta Las paredes (dirección de José María Paolantonio) y Los siameses (dirección de Jorge Petraglia), y publica otra novela, Una felicidad con menos pena, ganadora de una mención especial en el concurso Primera Plana-Sudamericana.

Que en 1968 su nombre gana los medios y las mejores críticas con su obra teatral El campo, estrenada en el Teatro SHA con dirección de Augusto Fernández y que recibe el Primer Premio Municipal de la Ciudad de Buenos Aires, el Premio Revista Talía y Semanario Teatral del Aire y el Premio Argentares.

Que, entre 1970 y 1976, estrena “Nada que ver” (dirección Jorge Petraglia); “Sólo un aspecto” (dirigida por Arturo Hayatian) y “Sucede lo que pasa” (puesta de Alberto Ure), entre otras obras, y publica la novela Nada que ver con otra historia.

Que en 1976 publica el libro de cuentos para niños La cola mágica, la novela Ganarse la muerte y el ensayo Conversaciones con chicos. Sobre la sociedad, los padres, los afectos, la cultura. Ese mismo año gana otra vez el Premio Argentores por Sucede lo que pasa pero al prohibirse su novela Ganarse la muerte y ante el clima imperante en el país (ya bajo la dictadura militar) debe exiliarse en Barcelona, España, donde en 1979 publica otra novela: Dios no nos quiere contentos.

Que en 1981 en el ciclo Teatro Abierto se presenta su obra Decir sí (dirección Jorge Petraglia) y un año después, en el Olimpia, La malasangre (puesta de Laura Yusem).

Que en 1983, recuperada la democracia, regresa al país y continúa con su intensa actividad creativa: Real envido (en el Teatro Odeón”, dirección de Juan Cosín); Del sol naciente (en el Lorange, dirección de Laura Yusem); Puesta en claro (puesta de Alberto Ure en el Payró); Morgan (en el San Martín, puesta de Roberto Villanueva); Penas sin importancia (también en el San Martín, puesta de Laura Yusem); Efectos personales (en el Teatro Alfil de Madrid, dirección de Roberto Villanueva); Es necesario entender un poco (San Martín, Laura Yusem); De profesión maternal (Teatro del Pueblo, Laura Yusem) y Dar la vuelta (San Martín, dirección Lorenzo Quinteros) son algunas de las obras estrenadas.

Que también en este período publica Lo impenetrable (novela); Después del día de fiesta (novela); Lo mejor que se tiene (cuentos); Promesas y desvaríos (novela); Teatro 7 (teatro) y El mar que nos trajo (novela).

Que, además de las distinciones mencionadas, recibió el Premio Nacional de Teatro por obras estrenadas en el Trienio 1990/93; María Guerrero y Argentores por Es necesario entender un poco (1996); Premio Academia Argentina de Letras en narrativa (período 1996/1998); Premio de la Academia Argentina de Letras por Lo mejor que se tiene (1999); Premio Kónex al Mérito y Premio Kónex de Platino (rubro teatro, quinquenio 1994/98).

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